Cuando todo era diferente nosotras, volábamos. Sin responsabilidades ni cargas. Solo nosotras, nuestro aleteo. El vivir infantil. ¿Quien quiere crecer? ¡Nadie! Soñabamos sin cesar y no importaba nada, por que todo era perfecto, no habia conflictos, peleas o desilusion. Jugabamos a sobrevivir no sobreviviamos para jugar.
El ratón Pérez, Papá Noel, los reyes magos, los cuentos y las princesas. Todo existia. Todo quedaba. Pero de vez en cuando la existencia se va, en algún momento y lamentablemente nunca vuelve. ¿Porqué crecer?¿Porqué no ser como Peter Pan ? y vivir en el País de Nunca Jamás donde los grandes no podían entrar.
Lo único que pido es que no me vengan a decir que no querrían eso si todos sabemos perfectamente que volábamos, o al menos, intentabamos volar. Algunos intentaban y se caían y otros directamente, con más sueños y más fantasías, volaban, como Peter Pan.