Supongo que hay gente que es buena con las palabras. Yo lo soy, sé muy bien qué decir, de qué forma y en qué tiempo, creo que eso se va adquiriendo con experiencia. Las palabras lastiman, cortan, acuchillan, te matan y al mismo tiempo te vuelven a revivir, son como una droga adictiva que necesitas más y más. No te das cuenta de lo que significan, pero te hace bien el hecho de que estén ahí, con vos, alimentandote y haciéndote sentir llena. Son como un boxeador que busca pelea a todo momento, no se detienen si no te encuentran en el ring y no les importa si te agarran desprevenida.
Con las palabras hay que tener cuidado, por que te pueden dar un golpe y ese golpe te puede noquear.
miércoles, 19 de mayo de 2010
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me gusta :) .......cual fuese tipica costumbre adquirida del facebook :D, muy bueno y cierto saludos!
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