No te despidas, no quiero un chau ni un hasta luego, solo quiero que vuelvas y siga estando como lo dejamos. Las despedidas no son necesarias, más cuando necesitas un recibo de que vas a venir y me vas a saludar con beso profundo, carmín, caliente y fuego.
No quiero extrañarte pero se me va a hacer inevitable el saber que vas a estar a miles de kilómetros de donde estoy yo, de donde siempre estuve, ahora real, ahora literal.
La distancia no va a poder matarte, te va a volver más fuerte y contra mi.
No voy a correr el tren como en las viejas películas por que vos sos libre como un pájaro. Lo único que te puedo pedir, nene, es que no me olvides, por que yo no te voy a olvidar.
Te voy a extrañar y más de lo que corresponde.
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