lunes, 9 de marzo de 2009

HELENA.


Abrió un ojo, luego le siguió el otro, como de costumbre se levanto viendo que el sol ya estaba lo suficientemente alto como para que el reflejo caiga en dirección perpendicular a su habitación. Se despertó con una sensación de que ese día iba a ser especial, o tal vez fue solo la ilusión de querer cambiar sus días tan milimétricamente iguales. Hizo un esfuerzo para no caer en la tentación y apoyar su cabeza en la almohada, pero se levantó. Escucha de lejos que alguien grita su nombre – odiaba su nombre y aún así tenía que soportar que lo griten – la voz en la distancia no paraba de darle indicaciones, Helena llena de aire sus pulmones y se pone en marcha, empieza por su habitación, luego le sigue el baño, la cocina y finalmente el patio. Su lugar preferido de la casa, ése que lo cuidaba como su fuera su tesoro más preciado, para que después, él, le devuelva todo eso recíprocamente. Podía pasar horas y horas tirada en el pasto mirando las nubes e inventándole formas extrañas que creaban risas escandalosas, pero hacia meses que no lograba tener tiempo para eso, su cabeza se mantenía firme en la decisión de captar la atención de ése chico que tanto le gustaba. Y claro eso no era tarea fácil, solo para entendidos en el amor solía decir ella. Miles de veces se dijo a ella que no iba a tener miedo, que simplemente le diría esas palabras; Quédate conmigo. A veces, simplemente la desesperación de lo inconcluso le gana en materia al corazón, pero Helena no iba a dejar que eso pase. Caminó unas cuadras y partió rumbo en un tren, se repetía continuamente; no voy a tener miedo. Miraba la ventana tratando de divisar las cosas más pequeñas de cada instante. Cuando escucha una voz áspera y gruesa que decía su nombre, se da la vuelta y sonríe; ahí estaba. Había encontrado al amor de su vida.






Agustina. -

1 comentario:

  1. me gustan las historias de esa dama de nombre poco adecuado -a mi gusto- para la historia. aunque recién pensaba, uno nace y no elije su nombre. entonces por que darle esa libertad a nuestros personajes?

    te amo hasta el cielo vuelta e ida tete!

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